La escuela de danza Dancescape no son solo cuatro paredes. Es mucho más que eso. Es un espacio en el que tu cuerpo es la herramienta perfecta para expresar todo lo que llevas dentro. El refugio en el que poder canalizar cualquier emoción que estés viviendo. La suma de distintos corazones latiendo al mismo tiempo y al ritmo de la música. La zona en la que más risas y sonrisas se acumulan por metro cuadrado. El depósito de energía que te obliga a renovarla en tus días malos. El cúmulo de momentos de plenitud que quedan atrapados en cada gota de sudor. El medio para convertir en viernes cualquier día de la semana. La manera de entender que nuestros miedos no deben limitarnos. La acumulación de distintos sueños que motivan a seguir aprendiendo. El epicentro de almas que se desnudan a través de cada coreografía. El lugar en el que sabes que formas parte de una tribu y que respeta lo que haces. El rincón que te permite ser quién has venido a ser. La posibilidad de expresarse cuando las palabras no brotan. El olor a esfuerzo que te recuerda que nada fue tan simple y difícil a la vez.
La escuela de danza Dancescape no son solo cuatro paredes, ya que gracias a las clases online, el esfuerzo aún cobra sentido y me atrevo a decir que es la amalgama perfecta de estímulos positivos que hace que nadie se niegue a formar parte.